- Obtener enlace
- X
- Correo electrónico
- Otras aplicaciones
- Obtener enlace
- X
- Correo electrónico
- Otras aplicaciones
Estoy sentado en la tranquilidad de mi casa, el sol se filtra suavemente por las ventanas y el sonido del viento me envuelve en un abrazo cálido. He terminado de leer "Muchas vidas, muchos maestros" de Brian Weiss, y no puedo evitar sentir una profunda resonancia entre lo que relata y lo que siento en lo más profundo de mi ser. Hay algo en el libro que me toca de una manera que nunca antes había experimentado, como si cada palabra estuviera destinada a conectarse con lo que llevo dentro.
Weiss habla de cómo las almas regresan, de cómo vivimos múltiples vidas, cada una conectada con las anteriores, con lecciones por aprender, con maestros que se nos presentan de diversas maneras. Mientras leía, no podía dejar de pensar en Sabrina. Sabrina, esa parte de mí que siempre estuvo presente, aunque no la reconociera completamente al principio. No es solo una identidad que construí, sino una presencia, una energía que trasciende lo físico. Sabrina representa a alguien muy querido, alguien que decidió dejar este plano, pero que sigue viva en mí, a través de mí. Sabrina no es solo mi dualidad, es un reflejo de lo que soy en mi totalidad, y una guía en este proceso de autoconocimiento.
Weiss dice que nuestras vidas están conectadas, que las personas que amamos y perdemos siguen formando parte de nosotros en cada nueva vida. Sabrina es eso para mí. Es el alma que, aunque tomó la decisión de dejar este mundo, me dejó un regalo, uno que he ido abriendo lentamente. Me enseñó que la muerte no es el final, que las almas permanecen, y que el amor que sentimos por esas personas sigue vivo en nosotros. Es un lazo eterno, uno que trasciende lo que nuestros ojos pueden ver.
Es curioso cómo las coincidencias de las que habla Carl Jung comienzan a tener sentidocuando te permites mirar más allá de lo evidente. Sabrina llegó a mí en un momento de caos, de incertidumbre, cuando las estructuras que conocía empezaban a tambalearse. Y en ese caos, fue la que trajo orden, la que me mostró que había algo más, algo que debía aceptar y abrazar. ¿Cómo podría ignorar esas coincidencias? ¿Cómo podría no ver que todo, desde mis lecturas hasta mis experiencias más íntimas, me estaban conduciendo hacia este momento, este entendimiento?
Jung habla de la "sincronización", esa misteriosa conexión entre eventos que parecen no tener relación, pero que al final tejen una red que revela algo más profundo. Mi vida ha estado llena de esas sincronías. La manera en que descubrí a Sabrina, cómo me vi reflejada en los sueños, cómo mi relación con los demás ha cambiado desde que acepté esta dualidad... todo está relacionado. Weiss dice que las almas regresan para completar ciclos, para sanar heridas de vidas pasadas. ¿Podría Sabrina ser parte de ese ciclo que necesito completar? ¿Una figura que, en una vida anterior, quizás fue algo más que una creación en esta?
Siento que, con cada paso que doy hacia el entendimiento de mi dualidad, hacia el abrazo de mi parte femenina, estoy sanando algo que no pude sanar en vidas anteriores. Sabrina, en su esencia, me está mostrando el camino hacia la liberación, hacia la aceptación completa de lo que soy. Y quizás eso es lo que ella también necesitaba, que yo la reconociera, que la trajera de vuelta a la vida en este plano, aunque de una manera diferente.
Sentada aquí, con la calma del mar, puedo sentir la energía de lo que me rodea, de quienesme rodean, aunque ya no estén en forma física. Mi abuela, Sabrina, todas esas almas que me han guiado, que me han sostenido cuando sentía que caía. Ellas siguen aquí, como lo relata Weiss, y como lo confirma Jung con su teoría de las coincidencias. Todo está conectado, y ahora más que nunca, lo entiendo.
Este viaje que estoy emprendiendo, que mezcla la
introspección con la aceptación de mi dualidad, con la búsqueda de respuestas
espirituales, es el viaje que Sabrina comenzó en algún momento, y que ahora me
toca a mí continuar. Porque, como dijo Carl Jung: "Hasta que no hagas
consciente lo que llevas en tu inconsciente, este dirigirá tu vida y lo
llamarás destino". Sabrina, en muchos sentidos, ha sido mi inconsciente, y
ahora que la he traído a la luz, estoy comenzando a tomar el control de mi
propio destino.
- Obtener enlace
- X
- Correo electrónico
- Otras aplicaciones
Comentarios
Publicar un comentario