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Mi viaje comenzó como una búsqueda de escape, pero pronto se transformó en algo mucho más profundo. Al salir de casa y dirigirme a la costa, sentí que no solo dejaba atrás las rutinas diarias, sino que también me abría a una nueva etapa en mi vida. Este viaje, tanto físico como emocional, ha sido un punto de inflexión, donde finalmente he comenzado a integrar aspectos de mí misma que durante años quedaron relegados o bloqueados.
El simbolismo del nombre de Sabrina:
Sabrina no fue un nombre al azar. Elegí este nombre
en honor a una querida amiga que me acompañó en momentos difíciles, a quien amé
profundamente y que ya no está en este plano. Adoptar su nombre es mi forma de
tenerla siempre conmigo, como una especie de homenaje personal y una señal de
la conexión que compartimos. Es también una manera de honrar mi lado femenino,
esa parte de mí que, aunque tardó en ser plenamente aceptada, siempre estuvo
presente. Sabrina es una representación de fuerza, amor y compañía, y llevar su
nombre es recordar esos valores cada día.
El poder de lo femenino:
Vestir ropa femenina es mucho más que un simple acto externo. Es una experiencia que me conecta con una parte profunda de mi ser. La suavidad de la tela, la delicadeza de la ropa íntima femenina, son algo que no solo disfruto físicamente, sino que también me cambia y eleva emocionalmente. Ver mi cuerpo transformado por esas prendas, especialmente las que moldean mis piernas o las prendas íntimas que acarician mi piel, es una sensación de empoderamiento. Me miro al espejo y veo más allá de un hombre vestido de mujer; veo a Sabrina, una parte esencial de quien soy. Es como si cada prenda, el cuidado de mi piel y hasta el más sutil maquillaje se convirtiera en un puente entre lo que soy por fuera y lo que siempre he sido por dentro.
El sentir esa ropa en mi piel, esa delicadeza, me
recuerda lo importante que es cuidar cada aspecto de lo que me define. Mi ropa
no solo es una expresión de mi identidad, sino también una manera de reconectar
con una energía femenina que me ha dado calma y fuerza.
El redescubrimiento de mi camino: sesiones y revelaciones
Mi sesión con “M” fue un catalizador. A través del tarot terapéutico, pude ver con más claridad lo que siempre estuvo allí pero que quizás no me animaba a explorar. En mi conversación con mi compañera de trabajo “R” también comprendí mejor cómo lo que he experimentado no es solo un problema de dualidad, sino una parte intrínseca de mi ser. Ambas me ayudaron a ver que esta parte de mí no necesita ser rechazada ni reprimida, sino entendida y abrazada.
Mis sesiones con mi terapeuta han sido cruciales para
este proceso de autodescubrimiento. Me ayudaron a darme cuenta de que todo
comenzó con mi incertidumbre en la relación con mi esposa, pero eso solo fue la
punta del iceberg. Desde entonces, he estado abriendo mi mente al mundo
holístico y dejando atrás mi postura agnóstica. El autoanálisis y la
introspección me han permitido recordar cosas que había bloqueado durante años,
cosas que, en su momento, mi mente protegió por mandatos sociales y familiares.
La visita a mi abuela: un momento de sanación
Visitar el lugar de descanso de mi abuela en la
escollera Sur fue uno de los momentos más sanadores de este viaje. Sentarme
allí, meditar frente al mar y sentir su presencia me hizo liberar todo el peso
que llevaba encima. Lloré, no de dolor, sino de gratitud y alivio. Mi abuela
fue una persona especial en mi vida, y aunque no está físicamente, su espíritu
sigue guiándome. Recordar a mis seres queridos que ya no están, como ella, mi
suegra y Sabrina, me hace sentir más conectada con la vida y con mi propósito.
Ellos siguen estando presentes en mis pensamientos y emociones, y son parte de
este camino.
El camino hacia lo que aún no conozco
"No soy lo que me sucedió, soy lo que elijo ser." — Carl Jung
No sé cómo continuará mi vida. La situación con mi
esposa sigue siendo incierta, pero estoy aprendiendo a aceptarla sin miedo. El
problema de pareja que desencadenó este proceso fue el primer paso hacia un
viaje mucho más profundo de autoconocimiento. Sé que muchos me verán cómo
alguien que toma decisiones fuera de lo convencional. Otros me juzgarán y me
colocarán etiquetas. Sin embargo, he decidido seguir caminando este sendero,
uno que me lleva hacia el autodescubrimiento y la aceptación plena de quien
soy.
"Lo que niegas, te somete. Lo que aceptas, te transforma." — Carl Jung
La sabiduría de estas palabras me acompaña en cada paso. He dejado de negar lo que soy, lo que siento y lo que me define. Ahora, permito que todo esto me transforme, me empodere. Mi dualidad no es una lucha entre dos partes, es una integración de todas las facetas de mi ser. Y aunque el futuro sigue siendo incierto, me siento más preparada que nunca para enfrentarlo.
A quien esté leyendo esto, ya sea que esté
enfrentando problemas de pareja, dualidades internas o desafíos personales, quiero
decirles que nunca es tarde para empezar a aceptarse. Lo que ahora parece una
dificultad, puede ser el camino hacia la libertad personal. No teman explorar
su ser interior, no teman enfrentarse a las partes más ocultas de su alma,
porque solo en esa aceptación encontrarán paz.
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