- Obtener enlace
- X
- Correo electrónico
- Otras aplicaciones
- Obtener enlace
- X
- Correo electrónico
- Otras aplicaciones
A finales de agosto, tuve una sesión con una persona que llamare simplemente “M”, y quien hizo que me encuentre cara a cara con el Tarot Terapéutico de una forma que nunca había experimentado antes. La carta que me fue asignada como arcano base, "El Papa", representa autoridad, tradición y un vínculo con lo espiritual que, en otro tiempo, no hubiera reconocido. Al principio, esa carta no resonaba en mí de manera fuerte. Sin embargo, tras la sesión, me permitió reflexionar sobre mi propio camino, y cómo he estado buscando respuestas en mi vida, entre lo que siempre fui y lo que estoy descubriendo.
Curiosamente, aunque el Papa es mi carta asignada, me sentí profundamente conectado con otras dos cartas que me salieron en la sesión: La Templanza y La Sacerdotisa. Cuando “M” me preguntó si alguna de las cartas que había en la mesa sentía que me representaba más, no dudé en mencionar estas dos. La Templanza me habla de equilibrio, de encontrar un punto medio entre los extremos que a menudo me han atrapado: entre lo masculino y lo femenino, entre la calma y la tormenta emocional. Es una carta que me recuerda constantemente que no debo correr, que este proceso de autodescubrimiento y aceptación es uno de paciencia y equilibrio. En ella encuentro la capacidad de fluir, de integrar todas mis partes, de ser una mezcla armoniosa de lo que fui y lo que soy hoy.
Por otro lado, La Sacerdotisa tiene un
significado aún más profundo. Es la representación de la sabiduría interior, de
lo oculto que siempre ha estado dentro de mí pero que ha sido reprimido o
ignorado por tanto tiempo. Me siento conectado a su energía porque ella
simboliza el misterio, la intuición, ese lado femenino que ha estado latente en
mí desde siempre y que ahora comienza a aflorar con más fuerza. Me veo en ella,
en su quietud, en su capacidad para escuchar la voz interna y no dejarse llevar
por lo que el mundo exterior espera de ella. Esa sabiduría es la que busco, la
que estoy comenzando a integrar en mi vida, y es el lado, que mi parte
femenina, mi “Anima” me está ayudando a descubrir.
En una conversación con “M”, ella me habló de cómo estas cartas reflejan mi camino. Me recordó que la Templanza y la Sacerdotisa son las claves para navegar no solo mis relaciones, sino también mi relación conmigo mismo. Me hizo ver que en la Templanza encuentro la paz para aceptar mi dualidad, y en la Sacerdotisa encuentro la fuerza de lo femenino. Ambas cartas trabajan juntas en mi vida, ayudándome a no caer en la desesperación o en el miedo al juicio de los demás. Me ayudan a encontrar mi centro, a seguir mi intuición y a aceptar lo que soy sin reservas.
Además, ella me habló de cómo mi proceso no es solo una cuestión de espiritualidad, sinotambién de autosanación. "Lo que niegas, te somete. Lo que aceptas, te transforma", decía Carl Jung. Esta frase ha resonado tanto en mí desde que inicié este camino. He aprendido que, al aceptarme, esta dualidad, me libero de las cadenas que durante tanto tiempo me mantuvieron encerrado en una versión de mí mismo que no era completa. Este lado femenino es parte de mí, y al darle espacio, al permitir que florezca en mi vida, estoy permitiéndome ser quien realmente soy.
El tarot, en esa sesión, fue solo el comienzo de una búsqueda más profunda. En mis charlas con una compañera de trabajo, también he visto la importancia de este proceso. Ella me ha recordado la importancia de mirar hacia adentro, de aceptar las partes de mí que otros podrían no entender, y de mantener mi camino, aunque a veces se sienta solitario. Al recordar a mi abuela, a quienes ya no están en este plano, como mi suegra y Sabrina, encuentro fuerza. Ellas me acompañan, me guían y, de alguna manera, siento que mi camino no es solo mío, sino también de ellas.
Mi búsqueda de respuestas en lo holístico y espiritual, dejando atrás el lado agnóstico, es un paso significativo en mí. Estoy abriendo mí mente y corazón a nuevas posibilidades y permitiéndome que aspectos profundos de mí ser emerjan. Aquí hay algunos puntos clave que resuenan conmigo, en este viaje profundo que he comenzado.
· Reencarnación y Vidas Pasadas: Muchas tradiciones espirituales creen que el alma reencarna en diferentes cuerpos a lo largo del tiempo, y que las lecciones y experiencias de esas vidas anteriores pueden influir en nuestra vida actual. Esto podría explicar por qué siento una fuerte conexión con lo femenino y me identifico con una identidad dual.
· Interacción con Almas Pasadas: Se cree que, a través de prácticas como la meditación, los registros akáshicos o la regresión a vidas pasadas, es posible acceder a recuerdos y energías de nuestras vidas anteriores. Esto me ofrece entendimiento sobre por qué siento lo que siento y cómo estas experiencias pasadas pueden influir en mí vida actual.
· Dualidad y Expresión de Género: Mi experiencia de sentirme tanto masculino como femenino podría ser una manifestación de esta interacción con una vida pasada. Esta dualidad que siento podría ser un reflejo de una identidad que haya llevado en otra vida, y que ahora está emergiendo para que la reconozca y la integre.
·
Búsqueda Espiritual: Mi transición hacia lo holístico y espiritual creo
que es un paso importante en mi proceso de individuación, como lo llama Carl
Jung. Al explorar estas áreas, estoy permitiéndome crecer y evolucionar,
encontrando un equilibrio entre mi identidad y lo que podría ser una conexión
con mis vidas pasadas.
Brian Weiss dice, que todos hemos vivido muchas vidas y que lo que aprendemos en cada una de ellas se manifiesta en quienes somos hoy. Este viaje de autodescubrimiento, de aceptación, es parte de esa evolución. Estoy aquí, en este momento, porque es lo que mi alma necesita para continuar creciendo, para sanar heridas que no solo son mías, sino de vidas pasadas. Este camino es profundamente personal y único, y es natural que surjan muchas preguntas en este proceso, el cual estoy dispuesto a explorar por respuestas.
Seguramente
hay quienes estén pasando por algo similar, ya sea problemas de pareja o una
dualidad interna que no saben cómo expresar, y me permito decirles que el
proceso es largo, pero es necesario. No es fácil navegar la incertidumbre de
una relación en crisis o enfrentar el miedo de ser juzgado por lo que realmente
somos. Pero el primer paso es siempre hacia adentro. Escuchen esa voz que les
habla desde lo más profundo de su ser. No la ignoren. Como me ha dicho “M”, y
lo he sentido en mi alma, la clave está en la Templanza y la Sacerdotisa: en el
equilibrio y en la sabiduría interna.
- Obtener enlace
- X
- Correo electrónico
- Otras aplicaciones
Comentarios
Publicar un comentario