Cuando las palabras importan.

 

Los demás forman parte del camino, pero quien camina eres tú

 

Hace poco, una amiga me compartió una frase que me quedó dando vueltas: “Los demás forman parte del camino, pero quien camina eres tú.” Y me hizo pensar en algo que vivo muy seguido. Desde que comencé a compartir mis escritos y fotos, en la red social y muchos que entran a mi perfil, sin leer lo que escribo me preguntan: “¿sos trans?”. Y cuando respondo que no, que soy crossdresser, la mayoría se queda en silencio o me dice: “¿y eso qué es?”. Entonces comprendo que hay algo que todavía falta, y es explicar, abrir la cabeza y hasta en cierto modo, educar. Porque no todo el mundo sabe, y a veces la ignorancia se disfraza de prejuicio.

 

Crossdresser (o crossdressing) es una palabra que viene del inglés y significa literalmente vestirse con ropa del otro género. No es lo mismo que ser trans, ni travesti, ni necesariamente gay. Ser crossdresser tiene que ver con un espacio íntimo, personal, donde la ropa, el maquillaje o los gestos femeninos se convierten en un lenguaje de expresión, en un refugio, en una identidad que también vive dentro nuestro.

 

Algunas personas lo viven como un juego, otras como un arte, y otras —como en mi caso— como una parte real y profunda de la identidad. Una parte que equilibra, que cuida, que acompaña. No se trata de disfraz ni de sexo. No tiene que ver con “buscar hombres”, ni con provocar. Se trata de existir con esa dualidad, de integrar lo masculino y lo femenino que conviven en una misma persona.

 

Y acá me parece importante hacer una aclaración que suele confundirse mucho también

 Identidad de género ≠ Orientación sexual

 

Identidad de género, es cómo me siento y me reconozco (mujer, hombre, ambas, ninguno, etc.), independientemente del cuerpo con el que nací. Ejemplo: alguien puede haber nacido con cuerpo masculino y sentirse mujer. Eso es ser una persona trans.

 

Orientación sexual, es hacia quién me atraigo (hombres, mujeres, ambos, ninguno, etc.), independientemente de mi identidad de género. Ejemplo: puedo ser trans y sentir atracción por hombres, mujeres o ambos.

 

Ser trans no tiene nada que ver con ser gay o lesbiana. Una cosa es quién soy y otra es quién me gusta. Y lo más importante, creo, ninguna identidad ni orientación es un error. Todas son formas válidas de existir y amar.

 

Entonces, cuando alguien me pregunta “¿y por qué no decís travesti y punto?”, yo sonrío. Porque las palabras importan, y nombrarse es un acto de verdad. No es lo mismo, aunque a algunos les cueste entenderlo.

 

Y sí, como dice mi amiga, cada quien camina su propio camino. El mío tiene estas huellas, estas preguntas y también estas explicaciones que dejo aquí, para quien quiera escuchar, en este caso leerlas, con respeto. Porque al final existir no se trata de encajar en una categoría, sino de caminar fiel a uno mismo.

 

Y, en definitiva, todo esto no se trata de etiquetas vacías ni de teorías. Se trata de vidas reales, de historias que respiran, de almas que buscan ser nombradas sin miedo. Porque cada palabra con la que nos definimos no es un capricho, es un espejo donde finalmente nos reconocemos.

 

Caminar el propio camino es también esto, de atreverse a ser, aunque no encaje en los moldes conocidos. Entender que mi identidad no se mide por la mirada ajena, sino por la paz que siento al abrazarla.

 

Quizá algún día ya no sea necesario explicar tanto. Quizá llegue un tiempo donde simplemente existir sea suficiente. Hasta entonces, elijo seguir nombrándome, contando, educando… porque cada paso que doy, aunque pequeño, abre un poco más el sendero para quien venga después.

 

Yo....

 

No soy una etiqueta, soy una persona. Algunos me llaman crossdresser, otros piensan en lo trans, otros en lo no binario. Y quizá algo de todo eso me roce, pero no me define. Yo me defino así: soy Jorge y soy Sabrina. Dos nombres, dos formas de habitarme, que conviven y me hacen completa.

 

No me visto para disfrazarme ni para provocar. Lo hago porque mi lado femenino existe, porque me habita, porque me acompaña desde siempre. Ella es refugio, equilibrio, verdad. No necesito encajar en un casillero para existir. No busco pertenecer a una categoría. Solo quiero ser fiel a lo que soy. Porque sí, los demás forman parte del camino, pero quien camina… siempre sos vos.

 

Comentarios